viernes, 20 de diciembre de 2013

Capítulo 1: Cubos de Necker y Búfalos (2)

Los fenómenos que voy a considerar - coevolución, carrera armamentista, manipulación de los ejércitos de parásitos, manipulación del mundo inanimado por los seres vivos, "estrategias" económicas para minimizar los costes y maximizar los beneficios-, son todos bastante familiares, y ya son tema de estudio intensivo. ¿Por qué, entonces, debería un ocupado lector molestarse en seguir? Es tentador pedir prestada la apelación deliciosamente ingenua de Stephen Gould al principio de un volumen más sustancial (1977a ) y simplemente decir: "Por favor, lea el libro" y descubrirá por qué valía la pena tomarse la molestia de hacerlo. Lamentablemente no tengo los mismos motivos de confianza. Sólo puedo decir que, como un biólogo ordinario que estudia el comportamiento animal, he encontrado que el punto de vista representado por la etiqueta 'fenotipo extendido' me ha hecho ver los animales y su comportamiento de manera diferente, y creo que los entiendo mejor por ello. El fenotipo extendido puede constituir una hipótesis no comprobable en sí misma, pero cambia la forma en cómo vemos hasta ahora los animales y las plantas que puede causar que pensemos en hipótesis testables que de otra manera nunca habríamos soñado tener.

    El descubrimiento de Lorenz (1937) de que un patrón de comportamiento puede ser tratado como un órgano anatómico no fue un descubrimiento en el sentido ordinario. No se adujeron resultados experimentales en su apoyo. Se trataba simplemente de una nueva manera de ver hechos que ya era algo común, y sin embargo aún domina la etología moderna (Tinbergen 1963), y nos parece hoy tan evidente que es difícil de entender que alguna vez necesitara 'descubrimiento'. Del mismo modo, el célebre capítulo de D'Arcy Thompson (1917)  'Sobre la teoría de las transformaciones ...' es ampliamente considerado como una obra importante, aunque no avanza ni prueba ninguna hipótesis. En cierto sentido es obvio y necesariamente cierto que cualquier forma animal puede convertirse en una forma relacionada con otra a  través de una transformación matemática, aunque no es evidente que la transformación vaya a ser simple. En realidad, al hacerlo con una serie de ejemplos concretos, D'Arcy Thompson invitó a una  reacción de '¿y qué?'  por parte de cualquier persona lo bastante exigente para insistir en que la ciencia solo avanza con la falsación de hipótesis específicas. Si leemos el capítulo de D'Arcy Thompson y luego nos preguntamos lo que ahora sabemos que no sabíamos antes, la respuesta bien puede ser no mucho. Pero nuestra imaginación se dispara. Vamos atrás y miramos a los animales de una manera nueva, y pensamos en los problemas teóricos, en este caso los de la embriología y la filogenia y sus interrelaciones, con una nueva perspectiva. Por supuesto que no soy tan presuntuoso como para comparar el presente modesto trabajo con la obra maestra de un gran biólogo. Utilizo el ejemplo simplemente para demostrar que es posible que un libro teórico sea valioso, incluso si no avanza hipótesis comprobables, sino que busca, en cambio, cambiar la forma en la que vemos.

Otro gran biólogo una vez recomendó que para entender lo real hay que contemplar lo posible: "Ningún biólogo práctico interesado en la reproducción sexual dedujo las consecuencias detalladas que experimentarían los organismos que tuvieran tres o más sexos, aunque, ¿qué otra cosa podría hacerse si se desea entender por qué los sexos son, de hecho, siempre dos?" (Fisher, 1930a , p. ix). Williams ( 1975 ), Maynard Smith ( 1978a ) y otros nos han enseñado que una de las más comunes y universales características de la vida en la Tierra, la sexualidad misma, no puede ser aceptada sin rechistar. De hecho, su  existencia resulta ser positivamente sorprendente cuando se compara con la posibilidad imaginada de reproducción asexual. Imaginar la reproducción asexual como una posibilidad hipotética no es difícil, ya que sabemos que es una realidad en algunos animales y plantas. Pero ¿hay otros casos en los que nuestra imaginación no reciba tal impulso? ¿Hay datos importantes acerca de la vida de los que apenas nos demos cuenta, simplemente porque nos falta la imaginación para visualizar alternativas que, al igual que los tres sexos de Fisher, podrían haber existido en algún mundo posible? Voy a tratar de demostrar que la respuesta es sí.



 

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