Consideremos otro experimento mental, esta vez de biología evolutiva.
Cuando era un estudiante obligado a escribir ensayos especulativos
sobre "el origen de los cordados" y otros temas de filogenia remota, uno
de mis profesores trató correctamente de sacudir mi fe en el valor de tales
especulaciones sugiriéndome que cualquier cosa podría, en
principio, convertirse en otra.
Incluso los insectos podrían evolucionar en mamíferos, sólo
con que se diera la correcta secuencia de presiones selectivas en el orden adecuado.
En ese momento, como la mayoría de los zoólogos, descarté la idea como un obvio sinsentido, y por supuesto aún no
creo que se diera jamás la secuencia correcta de presiones selectivas. También lo hizo mi tutor. Pero en lo que se refiere al principio, un simple experimento mental muestra que es casi incontrovertible.
Sólo necesitamos demostrar que existe una serie continua de pequeños
pasos que conducen de un insecto, por ejemplo un escarabajo ciervo volante, a un
mamífero, por ejemplo un ciervo.
Con esto quiero decir que, empezando por el escarabajo, podríamos
diseñar una secuencia de animales hipotéticos, cada uno tan similar al
elemento anterior de la serie como lo serían un par de hermanos, y la
secuencia culminaría en el venado.
La prueba es fácil, con la única condición de que se acepte, como hace todo el
mundo, que los escarabajos y los ciervos tienen un antepasado común, aunque sea muy lejano.
Incluso si no hay otra secuencia de pasos del escarabajo al venado,
sabemos que por lo menos se obtendria una secuencia con sólo rastrear
hacia atrás antepasados del escarabajo hacia el ancestro común, y luego seguir adelante por la otra línea hacia los venados.
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