viernes, 16 de mayo de 2014

Capítulo 2.- Determinismo Genético y Seleccionismo Genético (23)

Leer es una habilidad aprendida de una complejidad prodigiosa, pero esto no es ninguna razón para ser escéptico sobre la posible existencia de un gen de la lectura.Todo lo que necesitaríamos para establecer la existencia de un gen para la lectura es descubrir un gen para no leer; por ejemplo un gen que indujese una lesión cerebral que causara una dislexia específica. Tal persona disléxica podría ser normal e inteligente en todos los aspectos, excepto que no podría leer. Ningún genetista se vería  particularmente sorprendido si este tipo de dislexia resultara ser cierta en alguna manera mendeliana. Obviamente, en este caso, el gen sólo mostraría su efecto en un entorno que incluyera la educación normal. En un entorno prehistórico podría no haber tenido ningún efecto detectable, o podría haber tenido algún efecto diferente y haber sido conocido por los genetistas cavernícolas como, por ejemplo, un gen de la incapacidad para leer huellas de animales. En nuestro educado entorno se le llamaría un gen "para" la dislexia, ya que la dislexia sería su consecuencia más destacada. Del mismo modo, un gen que causara la ceguera total también evitaría la lectura, pero no sería útil considerarlo como un gen para no leer. Esto es simplemente porque la prevención de la lectura no sería su  más obvio o debilitante efecto fenotípico.

Volviendo a nuestro gen de la dislexia específica, se desprende de las convenciones ordinarias de la terminología genética que el gen de tipo salvaje en el mismo locus, el gen que el resto de la población tiene en dosis doble, podría propiamente ser llamado un gen "para la lectura ". Si usted se opone, también debería oponerse a nuestro hablar sobre un gen de la talla de los guisantes de Mendel, porque la lógica de la terminología es idéntica en los dos casos. En ambos casos, el carácter interesante es una diferencia, y en ambos casos la diferencia sólo se muestra en algún entorno especificado. La razón de por qué algo tan simple como una diferencia en un gen puede tener un efecto tan complejo como para determinar si una persona puede o no aprender a leer, o lo bueno que es atándose los cordones, es, básicamente, la siguiente. A pesar de lo complejo que un determinado estado del mundo pueda ser, la diferencia entre ese estado del mundo y un estado alternativo puede ser causada por algo muy simple.

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