viernes, 11 de marzo de 2016

Capítulo 7.- ¿Avispa Egoísta o Estrategia Egoísta? (118)

7.- ¿Avispa Egoísta o Estrategia Egoísta?


Este es un capítulo sobre metodología de la investigación práctica. Habrá los que acepten la tesis de este libro a un nivel teórico, pero que objetarán que, en la práctica, a los investigadores de campo les resultará útil centrar su atención sobre la ventaja individual. En un sentido teórico, dirán, es correcto ver el mundo natural como un campo de batalla de replicadores, pero en la investigación real estamos obligados a medir y comparar la aptitud darwiniana de organismos individuales. Quisiera exponer 
en detalle un estudio particular de investigación para mostrar que éste no es necesariamente el caso. En lugar de comparar el éxito de los organismos individuales, a menudo es más útil en la práctica comparar el éxito de las 'estrategias' (Maynard Smith 1974) o de los 'programas' o 'subrutinas', promediadas entre los individuos que las usan. De los muchos elementos de investigación que podría haber expuesto, por ejemplo, el trabajo sobre el 'forrajeo óptimo' de las moscas del estiércol (Pyke, Pulliam y Charnov 1977; Krebs 1978), Parker (1978a), o cualquiera de los ejemplos revisados ​​por Davies (1982), elijo el estudio de Brockmann sobre avispas excavadoras simplemente porque estoy muy familiarizado con él (Brockmann, Grafen y Dawkins 1979; Brockmann y Dawkins 1979; Dawkins y Brockmann 1980). 

     Voy a utilizar la palabra 'programa' en exactamente el mismo sentido que Maynard Smith utiliza 'estrategia'. Prefiero 'programa' a 'estrategia' porque la experiencia advierte que 'estrategia' es muy probable que sea malinterpretada, en al menos dos formas diferentes (Dawkins 1980). Y dicho sea de paso, siguiendo el Diccionario Inglés de Oxford y el uso estándar americano, prefiero 'programa' a 'programme', que parece ser una acepción del siglo XIX importada de los franceses. Un programa (o estrategia) es una receta para la acción, un conjunto de instrucciones teóricas que un animal parece estar 'obedeciendo', al igual que una computadora obedece a su programa. Un programador de computadoras escribe su programa en un lenguaje como Algol o Fortran, que puede parecer un poco como el imperativo inglés. La maquinaria de la computadora está configurada de modo que se comporta como si {119} obedeciera estas instrucciones de cuasi-Inglés.  Antes de que se pueda ejecutar, el programa se traduce (por la computadora) en un conjunto de instrucciones en 'lenguaje máquina' elemental, más cercano al hardware y más lejano de la comprensión humana. En cierto sentido, son estas instrucciones de lenguaje-máquina las que en realidad son obedecidas y no el programa cuasi-Inglés, aunque en otro sentido ambos son obedecidos, y aún en otro sentido ¡ninguno lo es!

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