La
selección natural a nivel del gen se refiere a la competencia entre los
alelos por un hueco cromosómico particular en un acervo génico
compartido. Un
gen de la barba verde en el acervo génico del chimpancé no es un candidato
para una hueco en ningún cromosoma del gorila, ni tampoco en ninguno de sus
alelos. Por tanto, es indiferente a la suerte de su homólogo estructuralmente idéntico en el acervo génico del gorila. (Puede
que no sea indiferente a la suerte de su contraparte fenotípicamente
idéntica en el acervo génico del gorila, pero eso no tiene nada que ver con
la identidad molecular). Por lo que se refiere al presente argumento,
los genes del chimpancé y los genes del gorila no son copias entre sí en ningún sentido importante. Son copias entre sí sólo en el sentido trivial de que sucede que tienen la estructura molecular idéntica. Las leyes inconscientes y mecánicas de la selección natural no nos dan
motivos para que esperemos que haya ayuda entre las copias moleculares, sólo porque sean
copias moleculares.
Por
el contrario, tal vez esté justificado que esperemos ver genes que ayuden molecularmente a diferentes alelos en sus propios locus dentro del acervo génico de la especie, siempre y cuando tuvieran los mismos efectos
fenotípicos. Una
mutación fenotípicamente neutral en un locus cambia de identidad
molecular, pero no hace nada para debilitar cualquier selección que pueda haber a favor de la asistencia mutua. Un altruismo de la barba verde aún podría aumentar la incidencia de fenotipos de la barba verde
en la población, a pesar de que los genes estuvieran ayudando a otros genes
que no fueran copias estrictas de sí mismos en el sentido molecular. Es
la incidencia de fenotipos lo que estamos interesados por explicar,
no la incidencia de configuraciones moleculares de ADN. Y si algún lector piensa que la última observación contradice mi tesis básica, ¡debo haber fallado en dejarla clara!
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