Aquí no se sugiere que los dos subgrupos de abejas sean genéticamente diferentes, aunque pudieran haberlo sido. Lo
que importa para el razonamiento que estoy haciendo es que cada individuo
sigue las reglas de comportamiento locales, el efecto combinado del cual da lugar normalmente a un comportamiento de enjambre coordinado. Evidentemente éstas incluyen reglas para resolver 'disputas' a favor de la mayoría. Los
desacuerdos sobre el lugar preferido para la pared exterior de un
montículo de termitas pueden ser tan graves para la supervivencia de las
colonias como el desacuerdo sobre los sitios de anidación entre las abejas
de Lindauer (la supervivencia de la colonia importa, debido a sus efectos
sobre la supervivencia de los genes que causan que los individuos resuelvan disputas). Como
hipótesis de trabajo, podríamos esperar que las controversias
resultantes de la heterogeneidad genética en las termitas se resolverían
por reglas similares. De esta manera, el fenotipo extendido podría tomar hasta una forma concreta y regular, a pesar de estar construido por obreras genéticamente heterogéneas.
El análisis de los artefactos que figuran en este capítulo parece, a primera vista, vulnerable a la reductio ad absurdum. ¿No hay un sentido, cabe preguntarse, en el que cada efecto que un animal tiene sobre el mundo sea un fenotipo extendido? ¿Qué
pasa con las huellas dejadas en el barro por un ostrero, los caminos
desgastados de hierba por las ovejas, el matojo de plantas exuberante que marca
el sitio de la boñiga del año pasado? Un
nido de paloma es sin duda un artefacto, pero el ave, al recopilar los palos, también cambia el aspecto del suelo donde habían
permanecido. Si al nido se le llama fenotipo extendido, ¿por qué no deberíamos llamarlo también al
parche desnudo del suelo donde yacían los palos utilizados?
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