viernes, 13 de marzo de 2015

Capítulo 4.- Carreras Armamentistas y Manipulación (66)

Probablemente la asimetría más simple surge de lo que acabo de llamar el {66} 'efecto del enemigo raro', donde uno de los lados en la carrera armamentista es suficientemente escaso como para ejercer una influencia relativamente insignificante en cualquier individuo dado en el otro bando. Esto puede ilustrarse con el ejemplo del rape otra vez, y el ejemplo que tiene el mérito adicional de mostrar que no hay ninguna razón necesaria por la que las presas ('conejos') deban 'aventajar' a los depredadores ('zorros'). Supongamos que los rapes son más bien escasos, así que por muy desagradable que pueda ser para una presa individual ser capturada por un rape, el riesgo de que esto le ocurra a un individuo escogido al azar no es alto. Cualquier adaptación cuesta algo. Para un pequeño pez, el discriminar los señuelos del rape de gusanos reales necesita un sofisticado aparato de procesamiento visual. Fabricar este aparato puede costar recursos que podrían haberse puesto en, pongamos, gónadas (véase el capítulo 3). Por otra parte, el uso del aparato lleva tiempo, que podría haberse gastado en cortejar a las hembras o en la defensa de un territorio, o incluso persiguiendo a la presa si se aprecia como un gusano real. Por último, un pez que es muy cauteloso a la hora de acercarse a los objetos en forma de gusano puede reducir su riesgo de ser comido, pero también aumenta su riesgo de morir de hambre. Esto es debido a que puede evitar muchos perfectos buenos gusanos ya que tal vez podrían haber sido señuelos de rape. Es muy posible que el balance de costes y beneficios favorezca la imprudencia total por parte de algunas presas. Los individuos que siempre tratan de comer pequeños objetos serpenteantes, ateniéndose a las consecuencias, pueden, en promedio, hacerlo algo mejor que las individuos que pagan los costes de intentar discriminar gusanos reales de señuelos de rape. William James vino a decir lo mismo en 1910: 'Hay más gusanos no unidos a anzuelos que empalados en ellos, por lo tanto, en general, la Naturaleza le dice a a sus pececitos, muerde cada gusano y corre tus riesgos' (citado por Staddon 1981).

Ahora mirémoslo desde el punto de vista del rape. Él también tiene que consumir recursos en el sistema para burlar a sus oponentes en la carrera armamentista. Los recursos que van a crear un señuelo podrían haber sido puestos en gónadas. El tiempo que pasa apostado inmóvil esperando pacientemente a su presa podría haber sido invertido en la búsqueda activa de pareja. Pero el rape depende absolutamente del éxito de su señuelo para la supervivencia. Un rape que no esté bien equipado para atraer presas se morirá de hambre. Un pez presa que no esté bien equipado para evitar ser engañado puede tener sólo un pequeño riesgo de ser comido, y puede más que compensar el riesgo por el ahorro de los gastos de fabricación y uso del equipo. 


En este ejemplo, el rape gana la carrera de armas contra su presa, simplemente por que su lado de la carrera armamentista constituye una amenaza relativamente insignificante para cualquier individuo de la otra parte, mediante ser escaso. ¡Esto no significa, por cierto, que la selección favorezca a los depredadores que toman medidas para ser escasos, o para constituir una pequeña amenaza a su presa! Dentro de la población de rapes, la selección  favorecerá aquellos individuos que son los asesinos más eficientes y los contribuyentes más prolíficos a reducir la rareza de sus especies. Pero el linaje del rape puede 'mantenerse por delante' en la carrera de armamentos contra su {67} presa, simplemente como consecuencia incidental de ser escaso por alguna otra razón, escaso a pesar de todos sus esfuerzos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario