Varios autores han invocado el 'estímulo supernormal', en una forma u otra. Así, Lack (pág. 88) destaca que 'el joven cuco, con su enorme {69} apertura de boca y su estridente llamada suplicante, ha evolucionado,
evidentemente, de forma exagerada los estímulos que provocan la
respuesta de alimentación de las aves paseriformes padres. Tanto
es así que hay muchos registros de aves paseriformes adultas alimentando a
un ya pleno joven C. canorus criado por una especie de hospedador diferente; esto, como el lápiz de labios en el cortejo de los humanos, demuestra
una explotación exitosa por medio de un "super- estímulo".' Wickler
(1968) hace una observación similar, citando a Heinroth al
referirse a los padres adoptivos comportándose como 'adictos', y al cuco anidado como un 'vicio de sus padres adoptivos'. Este tipo de sugerencia, tal y como se hace, chocará con muchos críticos de forma
insatisfactoria, ya que incita de inmediato una pregunta por lo menos
tan grande como la que responde. ¿Por qué no eliminar de la selección de la especie hospedadora la tendencia a ser 'adicta' a los 'estímulos supernaturales'?
Aquí, desde luego, es donde vuelve de nuevo el concepto de carrera armamentista. Cuando
un ser humano se comporta de una manera que es manifiestamente nociva para él, por ejemplo, cuando toma continuamente veneno, podemos
explicar su comportamiento al menos de dos formas. Es
posible que no se de cuenta de que la sustancia que está bebiendo
es veneno, que lo haga tan de cerca que parezca una sustancia auténticamente
nutritiva. Esto se corresponde con el pájaro hospedador que está siendo engañado por el mimetismo del huevo del cuco. O puede ser incapaz de salvarse a sí mismo debido a alguna influencia directa del veneno que trastorne su sistema nervioso. Es el caso del adicto a la heroína, que sabe que la droga lo está
matando, pero que no puede dejar de tomarla, porque la droga misma
controla su sistema nervioso. Ya
hemos visto que la boca abierta del
polluelo de cuco a modo de lápiz de labios es considerada como un estímulo supernormal, y que los
padres adoptivos han sido descritos como aparentemente 'adictos' al
estímulo supernormal. ¿Podría
ser que el hospedador no pudiese resistirse al poder manipulador
supernormal de los pichones de cuco como el drogadicto no puede resistirse a su dosis, o que el preso con el cerebro lavado no puede resistirse a las órdenes
de su captor, por mucho que se beneficiara en hacerlo? Quizás
los cucos han puesto su énfasis en el engaño de adaptación mimética en
la etapa de huevo, pero también en la manipulación positiva del sistema nervioso
del hospedador en la posterior etapa de polluelos.
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