En
esta hipótesis, el fenotipo de la concha es un fenotipo común, influido
por los genes del tremátodo, además de por los genes del caracol, tal como la
presa castor es un fenotipo {212} compartido por los genes en más de un castor individual. De
acuerdo con la hipótesis, hay dos espesores óptimos de conchas de
caracol: un óptimo tremátodo relativamente grueso, y un óptimo
caracol un poco más delgado. El espesor observado en caracoles parasitados probablemente estará en
algún punto entre los dos óptimos, puesto que los genes del caracol y los genes del tremátodo están ambos en condiciones de ejercer su influencia, y la están
ejerciendo en direcciones opuestas.
En
cuanto a los caracoles libres de parásitos, podría esperarse que sus
conchas tendrían el espesor óptimo para el caracol, puesto que no existen genes de
tremátodo que ejerzan su influencia. Sin embargo, esto es demasiado simple. Si
la población en general tiene una alta incidencia de infestación tremátoda,
el acervo genético probablemente contendrá genes que tiendan a
compensar el efecto de engrosamiento de los genes tremátodos. Esto
llevaría a los caracoles no infectados a tener exceso de
fenotipos sobre-compensados, conchas que son más delgadas que incluso el óptimo del caracol. Por
lo tanto, predigo que los espesores de concha en zonas libres de tremátodos
deben ser intermedios entre los de los caracoles infectados y los de los no infectados en zonas infestadas de tremátodos. No sé de ninguna evidencia que confirme esta predicción, pero sería interesante comprobarlo. Téngase en cuenta que esta predicción no depende de ninguna hipótesis ad hoc sobre caracoles 'ganadores' o tremátodos 'ganadores'. Asume que tanto los genes del caracol como los genes del tremátodo ejercen alguna influencia sobre el fenotipo del caracol. La predicción persistirá, independientemente de los detalles cuantitativos de esa influencia.
Los tremátodos viven dentro de las conchas de caracol en un sentido que no está demasiado
lejos del sentido en que los caracoles viven dentro de las conchas de
caracol, y las larvas de tricóptero viven dentro de sus casas de piedra. Habiendo
aceptado la idea de que la forma y el color de una casa de tricóptero podrían
constituir la expresión fenotípica de los genes de tricóptero, no es difícil
aceptar la idea de que la forma y el color de una concha de caracol sea
la expresión fenotípica de los genes de un tremátodo en el
interior del caracol. Si fantasiosamente pudiéramos imaginar un gen de tremátodo y un gen de
caracol discutiendo inteligentemente con un gen de tricóptero sobre los problemas de construir una pared exterior dura como protección, dudo que la conversación hiciera alguna referencia al hecho de que el tremátodo es un parásito
mientras que el tricóptero y el caracol no lo son. Se discutirían los
méritos rivales de secretar carbonato cálcico, recomendado por los genes del tremátodo y del caracol, frente a recoger piedras,
preferido por el gen tricóptero. Puede
haber alguna referencia al hecho de que una forma conveniente y
económica de secretar carbonato de calcio implica el uso de un caracol. Pero, desde el punto de vista del gen, sospecho que el concepto de parasitismo sería tratado como irrelevante. Podrían considerarse los
tres genes como parasitarios, o, alternativamente,
como que ejercen el uso de armas de poder comparables para influir en sus
respectivos mundos con el fin de sobrevivir. Las
células vivas de la caracoles serían consideradas por el gen del caracol y
por el gen del tremátodo como objetos útiles para ser manipulados en el mundo
exterior, exactamente en la misma forma en que el gen del tricóptero consideraría las piedras del fondo del arroyo.
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