viernes, 13 de abril de 2018
Capítulo 12.- Fenotipos Hospedadores de Genes Parásitos (y 227)
Pero aún no hemos llegado al final de nuestro continuum de proximidad. No todos los parásitos viven físicamente dentro de sus hospedadores. Pueden incluso rara vez entrar en contacto con sus hospedadores. Un cuco es un parásito en una forma muy parecida a un tremátodo. Ambos son parásitos del organismo completo en lugar de parásitos de tejidos {227} o de células. Si
puede decirse que los genes de tremátodo tienen expresión fenotípica en el
cuerpo de un caracol, no hay ninguna razón sensata por la que no debiera decirse que los genes de cuco tienen expresión fenotípica en el cuerpo de un
carricero común. La
diferencia es de carácter práctico, y es una diferencia más pequeña que la
diferencia entre, pongamos, un parásito celular y un parásito de tejido.
La
diferencia práctica es que el cuco no vive dentro del cuerpo del
carricero común, por lo que tiene menos oportunidades para manipular la
bioquímica interna del hospedador. Tiene que confiar en otros medios para su manipulación, por ejemplo, las ondas de sonido y las ondas de luz. Como
se discutió en el Capítulo 4, utiliza un truco supranormalmente
brillante para inyectar su control en el sistema nervioso del carricero
común a través de los ojos. Utiliza un grito de mendicidad especialmente fuerte para controlar el sistema nervioso del carricero común a través de los oídos. Los genes del cuco, para ejercer su influencia de desarrollo sobre los fenotipos de los hospedadores, tienen que depender de la acción a distancia. El concepto de acción genética a distancia impulsa nuestra idea del fenotipo extendido hacia su culminación lógica. Allí es donde tenemos que ir en el próximo capítulo.
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