viernes, 21 de septiembre de 2018

Capítulo 14.- Redescubriendo el Organismo (250)


14.- Redescubriendo el Organismo


Después de haber dedicado la mayor parte de este libro a restar importancia al organismo individual, y a construir una imagen alternativa de un torbellino de replicadores egoístas, luchando por su propia supervivencia a costa de sus alelos, atravesando sin obstáculos las paredes del cuerpo individual, como si esas paredes fueran transparentes, interactuando con el mundo y con los otros sin tener en cuenta los límites del organismo, ahora dudamos. Realmente hay algo bastante impresionante respecto a los organismos individuales. Si realmente pudiéramos llevar gafas que hicieran los cuerpos transparentes y mostraran sólo el ADN, la distribución de ADN que íbamos a ver en el mundo sería abrumadoramente no aleatoria. Si los  núcleos celulares brillaran como estrellas y todo lo demás fuera invisible, los organismos multicelulares aparecerían como galaxias compactas con un enorme espacio entre ellas. Un millón de millones de puntitos brillantes que se mueven al unísono entre sí y fuera de sintonía con todos los miembros de las otras galaxias.


     Un organismo es una máquina físicamente diferenciada, generalmente aislada de las otras máquinas. Cuenta con una organización interna, a menudo de complejidad asombrosa, y muestra en tal alto grado la cualidad que Julian Huxley (1912) etiquetó 'individualidad', -literalmente, indivisibilidad- la cualidad de ser lo suficientemente heterogéneo en forma que se vuelve no funcional si se corta por la mitad. Genéticamente hablando, también, el organismo individual es por lo general una unidad claramente definible, cuyas células tienen los mismos genes que las otras células, pero diferentes genes que las células de otros organismos. Para un inmunólogo, el organismo individual tiene un tipo especial de 'singularidad' (Medawar 1957), por la que aceptará fácilmente injertos de otras partes de su propio cuerpo, pero no de otros cuerpos. Para el etólogo -y esto es realmente un aspecto de la indivisibilidad de Huxley- el organismo es una unidad de acción de comportamiento en un sentido mucho más fuerte que, pongamos, dos organismos, o un miembro de un organismo. Un organismo tiene un sistema nervioso central coordinado. Toma 'decisiones' (Dawkins y Dawkins 1973) como una unidad. Todos sus miembros conspiran juntos en armonía para lograr un fin a la vez. En aquellas ocasiones en que dos o más organismos tratan de coordinar sus esfuerzos, pongamos cuando una manada de leones {251} acecha cooperativamente la presa, las hazañas de coordinación entre los individuos son débiles en comparación con la orquestación compleja, de  alta precisión espacial y temporal, de los cientos de músculos dentro de cada individuo. Incluso una estrella de mar, cuyos pies ambulacrales disfrutan de un grado de autonomía y se puede dividir el animal en dos si se le corta quirúrgicamente el anillo nervioso circum-oral, se ve como una sola entidad, y en la naturaleza se comporta como si tuviera un solo propósito.

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