viernes, 7 de abril de 2017

Capítulo 9.- ADN Egoísta, Genes Saltarines, y un Susto Lamarckista (174)

La pobreza del preformacionismo


     Curiosamente, mi creencia en la inviolabilidad del dogma central ¡no es dogmática! Se basa en la razón. Aquí debo tener cuidado, y distinguir dos formas de dogma central, el dogma central de la genética molecular y el dogma central de la embriología. El primero es el indicado por Crick; la información genética puede ser traducida de ácido nucleico a proteína, pero no a la inversa. La teoría de Steele, como él mismo se cuida de señalar, no viola este dogma. Hace uso de la transcripción inversa de ARN a ADN, pero no revierte la traducción de la proteína a ARN. No soy  biólogo molecular, por lo que no puedo juzgar el grado en que se sacudiría el barco teórico si
se descubriera dicha traducción inversa. En principio, no me parece claramente imposible, debido a que la traducción del ácido nucleico a la proteína, o de la proteína al ácido nucleico, es un simple procedimiento de consulta de diccionario, sólo un poco más complejo que la transcripción  ADN/ARN. En ambos casos hay un mapeo uno a uno entre los dos códigos. Si un ser humano o una computadora, equipada con el diccionario, puede traducir de la proteína a ARN, no veo por qué la naturaleza no pudiera. Puede haber una buena razón teórica, o puede ser simplemente una ley empírica que aún no ha sido violada. Pero no hay necesidad de que insista en el asunto, ya que, de cualquier caso, sí que existe una buena razón teórica contra la violación del otro dogma, el dogma central de la embriología. Este es el dogma de que la forma macroscópica y el comportamiento de un organismo pueden ser, en cierto sentido, codificados en los genes, pero el código es irreversible. Si el dogma central de Crick afirma que la proteína no puede ser traducida de nuevo en ADN, el dogma central de la embriología afirma que la forma corporal y el comportamiento no pueden ser traducidos de nuevo en proteínas.     


     Si te duermes bajo el sol con la mano sobre el pecho, se imprimirá una imagen en blanco de tu mano por contraste con tu cuerpo bronceado. Esta imagen es una característica adquirida. Con el fin de que pueda ser heredada, gémulas o virus de ARN, o cualquier agente de traducción inversa que se postule, tendrían que escanear el contorno de la imagen macroscópica de la mano y traducirla en la requerida estructura molecular del ADN para programar el desarrollo de una imagen de la mano similar. Las sugerencias de este tipo constituyen una violación del dogma central de la embriología.     

     El dogma central de la embriología no es consecuencia inevitable del sentido común. Más bien, es una consecuencia lógica de rechazar la visión preformacionista del desarrollo. Sugiero, de hecho, que hay una estrecha relación entre la visión epigenética del desarrollo y la visión darwiniana de adaptación, y entre preformacionismo y la visión lamarckiana de adaptación. Puedes creer en la herencia de las adaptaciones lamarckianas (es decir,  'instructivas'), pero sólo si estás dispuesto a adoptar una visión preformacionista de la embriología. Si el desarrollo fuera preformacionista, si el ADN fuera realmente  un 'modelo para un cuerpo', si fuera en realidad un homúnculo codificado, sería concebible un desarrollo reverso -una embriología especular-. {175}

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