viernes, 25 de septiembre de 2015

Capítulo 5.- El Replicador Activo de la Línea Germinal (94)

Los genes que existen en la actualidad reflejan el conjunto de entornos que han {94} experimentado en el pasado. Esto incluye los entornos internos proveídos por los organismos que los genes han habitado y también los ambientes externos, desierto, bosque, costa, depredadores, parásitos, compañeros sociales, etc. Esto no es, por supuesto, porque los ambientes hayan imprimido sus cualidades en los genes -lo cual sería lamarckismo (véase el Capítulo 9)-, sino debido a que los genes que existen en la actualidad son un conjunto seleccionado, y las cualidades que los hicieron sobrevivir reflejan las cualidades de los entornos en los que sobrevivieron.

Dije que la experiencia de un gen consiste en el tiempo pasado en aproximadamente el 50 por ciento de cuerpos masculinos y el 50 por ciento de cuerpos femeninos, pero éste no es, desde luego, el caso de los genes en los cromosomas sexuales. En los mamíferos, asumiendo que no hay entrecruzamiento del
cromosoma Y, un gen en un cromosoma Y ha habitado sólo cuerpos masculinos, y un gen en un cromosoma X ha pasado dos tercios de su historia en cuerpos femeninos y un tercio en cuerpos masculinos. En las aves, los genes del cromosoma Y han habitado sólo los cuerpos femeninos, y en casos particulares, como los cucos, podemos decir algo más. Las hembras de Cuculus Canorus se dividen en 'linajes', cada uno parasitando una especie diferente de huésped (Lack 1968). Al parecer, cada hembra aprende las cualidades de sus propios padres adoptivos y de su nido, y vuelve cuando es adulta para parasitar la misma especie. Los machos no parecen discriminar en cuanto al linaje en su elección de pareja, y por tanto actúan como vehículos para el flujo de genes entre linajes. De los genes en un cuco hembra, por consiguiente, los de autosomas y el cromosoma X probablemente han tenido experiencia reciente en todos los linajes de la población, y han sido 'criados' por padres adoptivos que pertenecen a todas las especies parasitadas por la población de cucos. Pero el cromosoma Y está confinado durante largas secuencias de generaciones únicamente a un linaje y a una especie de huésped. De todos los genes que pasan por el nido de un petirrojo, un subconjunto -genes de petirrojo y genes de cuco con cromosoma Y (y genes de pulgas de petirrojo)- ha pasado por nidos de petirrojos desde muchas generaciones atrás. Otro subgrupo -genes autosómicos y  genes con cromosoma X de cuco- ha experimentado una mezcla de nidos. Por supuesto, el primer subconjunto comparte sólo una parte de su experiencia, una larga serie de nidos de petirrojo. En otros aspectos de su experiencia, los genes de cuco con cromosoma Y tendrán más en común con otros genes de cuco que con los genes de petirrojo. Pero en cuanto a lo que concierne a ciertas presiones de selección particulares que se encuentran en los nidos, los genes de cuco con cromosoma Y tienen más en común con los genes de petirrojo que con los genes autosómicos de cuco. Es natural, entonces, que los cromosomas Y del cuco deberían haber evolucionado para reflejar su experiencia peculiar, mientras que otros genes de cuco simultáneamente evolucionaron para reflejar su experiencia más general -un tipo de 'especiación' intragenómica incipiente a nivel cromosómico. Por esta razón es, de hecho, ampliamente asumido que los genes para el  mimetismo de los huevos de las especies adoptivas específicas se deben llevar en el cromosoma Y, mientras que los genes para adaptaciones parasitarias generales podrían ser llevadas en cualquier cromosoma.

http://cdn2.arkive.org/media/F5/F561701B-11F9-4ACA-99C7-EB54405F1B52/Presentation.Large/Brood-parasitism-of-robin-nest---robin-feeds-a-cuckoo-chick-Cuculus-canorus-mistaking-it-for-own-young.jpg
Erithacus rubecula (derecha) alimentando cría de Cuculus canorus (izquierda). Fuente.

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