viernes, 1 de junio de 2018

Capítulo 13.- Acción a Distancia (234)

Por la misma razón, más allá de un cierto tamaño de los lagos del castor, sería {234} difícil considerar nuevos aumentos de tamaño como adaptaciones. La razón es que, una vez ya son lo bastante grandes, otros castores que no son los constructores de la presa tienen las mismas probabilidades de beneficiarse de cada aumento de tamaño que los propios constructores. Un gran lago beneficia a todos los castores de la zona, ya sea los que lo crearon o los que simplemente lo encontraron y explotaron. Del mismo modo, incluso si un gen en un animal inglés pudiera ejercer algún efecto fenotípico en África que beneficiara directamente la supervivencia del 'propio' gen del animal, casi seguro que otros animales del mismo tipo en Inglaterra se beneficiarían de igual manera. No hay que olvidar que de lo que trata la selección natural es del éxito relativo.

Es cierto que puede hablarse de un gen como teniendo una expresión fenotípica en particular, incluso cuando su propia supervivencia no esté influenciada por esa expresión fenotípica. En este sentido, entonces, un gen en Inglaterra podría de hecho tener expresión fenotípica en un continente remoto donde sus consecuencias no retroalimentaran su propio éxito en el acervo genético inglés. Pero ya he argumentado que en el mundo del fenotipo extendido no es
útil hablar así. He utilizado el ejemplo de las huellas en el barro como la expresión fenotípica de los genes para la forma del pie, y expuse mi intención de utilizar el lenguaje del fenotipo extendido sólo cuando sea concebible que el rasgo implicado pueda influir, positiva o negativamente, en el éxito de la replicación del gen o genes en cuestión.

Sería esclarecedor elaborar un experimento mental en el cual fuera realmente útil hablar de un gen que tuviera expresión fenotípica extendida a otro continente, aunque no fuera factible. Las golondrinas regresan cada año exactamente al mismo nido. De ello se desprende que un ectoparásito, esperando latente en un nido de una golondrina en Inglaterra, puede esperar ver la misma golondrina antes y después de su viaje a África. Si el parásito pudiera diseñar un cambio en el comportamiento de la golondrina en África, podría de hecho cosechar las consecuencias en el regreso de la golondrina a Inglaterra. Supongamos, por ejemplo, que el parásito necesitara un oligoelemento raro que no se encuentra en Inglaterra, pero que se produce en la grasa de una mosca de África en particular. Las golondrinas normalmente no tienen preferencia por esta mosca, pero el parásito, mediante la inyección de una droga en la golondrina antes de salir para África, cambiaría así sus preferencias alimentarias para aumentar la probabilidad de que comiera esa mosca. Cuando la golondrina volviera  a Inglaterra, su cuerpo contendría suficiente cantidad de esos oligoelementos en beneficio del parásito individual (o sus crías) esperando en el nido original, que les beneficiaría a expensas de sus rivales dentro de la especie del parásito. Sólo en circunstancias como éstas iba a querer hablar de un gen en un continente como de la expresión fenotípica en otro continente.

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