viernes, 26 de septiembre de 2014

Capítulo 3.- Constricciones a la Perfección (42)

Variación genética disponible


No importa lo fuerte que pueda ser una potencial presión de selección, no habrá evolución a menos que haya una variación genética sobre la que pueda operar. "Por lo tanto, aunque podría argumentar que la posesión de alas, además de los brazos y las piernas, puede ser ventajoso para algunos vertebrados, ninguno ha desarrollado jamás un tercer par de apéndices, presumiblemente debido a que la variación genética nunca ha estado disponible" (Lewontin, 1979b). Uno podría razonablemente disentir de esta opinión. Puede ser que la única razón por la que los cerdos no tienen alas es que la selección nunca ha favorecido su evolución. Ciertamente, hay que tener cuidado antes de asumir, por razones de sentido común antropocéntrico, que obviamente sería muy útil para cualquier animal tener un par de alas, aunque no las usara muy a menudo, y que, por tanto, la ausencia de alas en un determinado linaje tiene que deberse a la falta de mutaciones disponibles. Las hormigas hembras pueden desarrollar alas si se las alimenta como reinas, pero si se las alimenta como obreras no expresarán su capacidad para hacerlo. Más sorprendentemente, las reinas en muchas especies utilizan sus alas sólo una vez, para su vuelo nupcial, y luego toman la drástica medida de morder o romperlas en las raíces en preparación para el resto de su vida bajo tierra. Evidentemente las alas tienen costos y beneficios.


Una de las más impresionantes demostraciones de la sutileza de la mente de Charles Darwin viene dada por su discusión sobre la ausencia de alas y los costos de tener alas en los insectos de las islas oceánicas. Para los presentes efectos, la cuestión relevante es que los insectos alados pueden correr el riesgo de ser expulsados al mar, y Darwin (1859, p. 177) sugiere que ésta es la razón por la que muchos insectos de islas tienen alas reducidas. Pero también señaló que algunos insectos insulares están lejos de no tener alas; tienen alas extra grandes .



Esto es bastante compatible con la acción de la selección natural. Para cuando un nuevo insecto llegó por primera vez a la isla, la tendencia de la selección natural hacia agrandar o reducir las alas dependería de si un mayor número de individuos fueron salvados por luchar con éxito contra los vientos, o por renunciar a la tentativa y rara vez o nunca volaran. Al igual que con los marineros de un barco naufragado cerca de la costa, hubiera sido mejor para los buenos nadadores si hubieran sido capaces de nadar aún más, mientras que habría sido mejor para los malos nadadores si no hubieran sido capaces de nadar en absoluto y se hubieran quedado pegados a los restos del naufragio.

Sería difícil de encontrar una pieza de razonamiento evolutivo más nítido, aunque uno casi puede oír al coro ladrando "¡Infalsable! ¡Tautológico ! ¡Fábula!".

No hay comentarios:

Publicar un comentario