viernes, 25 de diciembre de 2015

Capítulo 6.-Organismos, Grupos y Memes: ¿Replicantes o vehículos? (107)

Es cierto que se podrían lograr algunos avances hacia la adaptación multidimensional compleja a través de la selección de especies, incluso si no todas las diez (o veinte) tendencias avanzasen juntas en un mismo evento selectivo. Después de todo, se puede criticar en buena medida el mismo punto sobre las muertes selectivas de los organismos individuales: es raro encontrar a un animal individual que sea óptimo en todas las diferentes dimensiones de la medición. El argumento finalmente regresa a la diferencia en los tiempos de ciclo. Tendremos que hacer un juicio cuantitativo teniendo en cuenta el mucho mayor tiempo de ciclo entre las muertes del replicador en el caso de la selección de especies que en el caso de la selección de genes, y además tener en cuenta el problema de combinatoria planteado anteriormente. No tengo ni los datos ni las habilidades matemáticas para llevar a cabo este juicio cuantitativo, aunque tengo una tenue sensación por el tipo de metodología que estaría involucrada en la creación de una hipótesis nula adecuada: caería bajo el título general de lo que me gusta pensar como lo que D'Arcy Thompson  podría haber hecho con un ordenador, y ya se han escrito programas del tipo apropiado  (Raup et al. 1973). Mi suposición provisional es que la selección de especies no será una explicación satisfactoria general de la adaptación compleja.

Considere otra línea de argumentación que podría adoptar
el seleccionista de especies. Podría protestar de que no es razonable por mi parte basar mi cálculo combinatorio en el supuesto de que las diez grandes tendencias en la evolución de las ballenas son independientes. ¿No se reducirá ciertamente de manera rádical el número de combinaciones que tenemos que considerar por las correlaciones entre las diferentes tendencias? Aquí es importante distinguir dos fuentes distintas de correlación, que podemos llamar correlación incidental y correlación de adaptación. Una correlación incidental es una consecuencia intrínseca de los hechos embriológicos. Por ejemplo, la elongación de la pata delantera izquierda es poco probable que sea independiente de la elongación de la pata delantera derecha. Cualquier mutación que se alcance, es intrínsecamente probable que se alcance simultáneamente a la otra. Aunque algo menos obvio, lo mismo podría ser parcialmente cierto respecto a la elongación de las patas delanteras y las patas traseras. Probablemente hay muchos casos similares que son todavía menos obvios.

Por su parte, una correlación adaptativa no se sigue directamente de la mecánica de la embriología. Un linaje que se mueve de una
existencia acuática a otra terrestre es probable que necesite cambios en su sistema locomotor y en el respiratorio, y no hay ninguna razón obvia para esperar ninguna conexión intrínseca entre ellos. ¿Por qué deberían estar intrínsecamente correlacionadas las tendencias que convierten extremidades andantes en aletas con las tendencias para aumentar la eficiencia de los pulmones en la extracción de oxígeno? Por supuesto, es posible que dos de tales tendencias coadaptadas puedan estar correlacionadas como consecuencia incidental de {108} mecanismos embriológicos, pero la correlación no es más probable que sea positiva que negativa. Volvemos a nuestro cálculo combinatorio, aunque hay que tener cuidado al hacer el recuento de las dimensiones separadas del cambio.

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