Los replicadores que existen tienden a ser los que son buenos en manipular el mundo en su propio beneficio. Al
hacerlo, explotan las oportunidades que ofrece su entorno, y un
aspecto importante del entorno de un replicador son los otros replicadores y
sus manifestaciones fenotípicas. Esos
replicadores éxitosos tienen beneficiosos efectos fenotípicos que están condicionados a la presencia de otros replicadores que resultan ser
comunes. Estos otros replicadores también tienen éxito, de lo contrario no serían comunes. Por
ello, el mundo tiende a quedar poblado por conjuntos mutuamente
compatibles de replicadores exitosos, replicadores que conviven bien
juntos. En principio, esto se aplica a los replicadores en diferentes acervos génicos, especies diferentes, clases, filos y reinos. Pero una relación de compatibilidad mutua especialmente íntima ha
crecido entre los subconjuntos de replicadores que comparten núcleos célulares y, donde la existencia de la reproducción sexual hace que la
expresión adquiera significado, que comparten acervos génicos.
El núcleo de la célula como una población de replicadores inquietos que cohabitan es un fenómeno notable en sí mismo. Tan notable, y muy distinto, es el fenómeno de la clonación multicelular, el fenómeno del organismo pluricelular. Los replicadores
cuyos efectos interactuan con los de otros replicadores para producir
organismos pluricelulares logran para sí mismos vehículos con órganos
complejos y patrones de comportamiento. Los órganos complejos y los patrones de conducta son favorecidos en las carreras de armamentos. La
evolución de órganos complejos y de patrones de comportamiento es posible
porque el organismo es una entidad con un ciclo de vida recurrente, cada
ciclo comenzando con una sola célula. El
hecho de que cada ciclo se reinicia en cada generación con una única
célula permite mutaciones para lograr cambios evolutivos radicales
'volviendo a la mesa de diseño' de la ingeniería embriológica. Además,
mediante la concentración de los esfuerzos de todas las células del
organismo en el bienestar de una estrecha línea germinal compartida,
elimina en parte la 'tentación' de los ilegales por trabajar para su propio
bien privado a expensas de los demás replicadores que apuestan por la misma línea germinal. El
organismo pluricelular integrado es un fenómeno que ha surgido como
resultado de la selección natural en replicadores egoístas
primitivamente independientes. Los replicadores que trabajan gregariamente han obtenido recompensa. El poder fenotípico mediante el cual se aseguran su supervivencia es, en principio, extendido y sin límites. En
la práctica, el organismo ha surgido como una concentración local
parcialmente acotada, un nudo compartido de poder replicador. {265}
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