viernes, 15 de abril de 2016

Capítulo 7.- ¿Avispa Egoísta o Estrategia Egoísta? (123)

Dije que los dos extremos estaban unidos por un continuo. Quiero decir que la frecuencia de la población estable de excavación, p* (70 por ciento o el que sea), se podría lograr por cualquiera de un gran número de combinaciones de estrategias individuales puras y mixtas. Puede haber una amplia distribución de los valores en los sistemas nerviosos individuales en la población, incluyendo cavadoras puras y ocupadoras puras. Pero, siempre que la frecuencia total de la excavación en la población sea igual al crítico valor p*, seguiría siendo cierto que cavar y ocupar son igualmente exitosos, y la selección natural no actuaría para cambiar la frecuencia relativa de los dos subrutinas en la próxima generación. La población estaría en un estado evolutivamente estable. La analogía con la teoría de Fisher (1930a) de equilibrio en la proporción de sexos será clara.


     Pasando de lo concebible a la real, los datos de Brockmann demuestran de manera concluyente que estas avispas no son
polimórficas en ningún sentido simple. Los individuos a veces cavaron y a veces ocuparon. Ni siquiera pudimos detectar ninguna tendencia estadística por la que los individuos se especialicen en cavar u ocupar. Evidentemente, si la población de avispas está en un estado mixto evolutivamente estable, se encuentra lejos del extremo polimorfismo del continuo. Si es en el otro extremo -todos los individuos ejecutan el mismo programa estocástico- o si existe alguna mezcla más compleja de los programas individuales puros y mixtos, no lo sabemos. Es uno de los mensajes centrales de este capítulo que no necesitábamos saber para nuestro propósito de investigación. Puesto que nos abstuvimos de hablar de éxito individual, sino que en su lugar pensamos en el éxito de la subrutina como media de todos los individuos, hemos sido capaces de desarrollar y probar un modelo exitoso de la EEE mixta que deja abierta la pregunta de dónde se sitúan nuestras avispas a lo largo del continuo. Volveré sobre este punto tras exponer algunos hechos pertinentes y después de esbozar el modelo en sí.


     Cuando una avispa cava una madriguera, puede quedarse  y provisionarla, o puede abandonarla. Las razones para el abandono de los nidos no siempre eran evidentes, pero incluían la invasión de hormigas y otros extraños indeseables. Una avispa que se muda a una madriguera que otra ha cavado podría descubrir que la propietaria original todavía está en la residencia. En este caso se dice que se ha unido a la anterior propietaria, y las dos avispas suelen trabajar en el mismo nido durante un tiempo, ambas aportando catídidos independientemente. Alternativamente, la avispa ocupadora puede tener la suerte de dar con un nido que ha sido abandonado por su propietaria original, en cuyo caso lo tiene para ella sola. La evidencia indica que las avispas 
ocupadoras no pueden distinguir un nido que ha sido abandonado de uno que todavía está ocupado por su propietaria anterior. Este hecho no es tan sorprendente como pueda parecer, ya que ambas avispas pasan la mayor parte de su tiempo a la caza, por lo que dos {124} avispas que 'comparten' el mismo nido rara vez se encuentran. Cuando se encuentran, luchan, y en todo caso sólo una de ellas tiene éxito en poner un huevo en el nido en disputa.

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